En 1990 seis científicos y exploradores finalizaron la International Trans-Antarctica Expedition (TAE) una travesía de siete meses que pretendía llamar la atención de la comunidad internacional ante la inminente renegociación del Tratado Antártico, que ponía en peligro la continuidad de las restricciones de explotación mineral en el polo.
El estadounidense Will Steger, un aventurero con experiencia en este tipo de expediciones se rodeó de científicos de Francia, Reino Unido, Unión Soviética, China y Japón para amplificar el mensaje. Durante su trayecto, que recorría zonas nunca transitadas, recogieron muestras de nieve que ayudarían a analizar el efecto del cambio climático. Más de 6000km y 220 días después el equipo conseguía llegar a su objetivo.